Tuesday, December 13, 2005

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Confieso confesiones confesudas,
marachadas cariñosas pirinpinpludas.
De caminos por los cerros yo me iba,
en la espalda de sus arpas continúa.
La belleza de la falda iluminada,
cantada, corajuda, apasionada.

Una niña una noche me contó,
de sus sueños, de su aire, qué se yo.
No me dijo lo que la evidencia delataba,
con astucia escapaba de mis miradas.

Si quisiera un poco de canalladas,
visita de las fiestas
por la noche
viva la patria.

Baila ritmos cumbiancheros,
mueres de dolor
cuando la música se deteniene
y escuchas corazón
un palpitar bien fuerte en sus costillas
un susurro medio lejano
que te dice con desgano:
"caminante, mejor sigue caminando"

Friday, December 02, 2005

Contaba lo que pasó aquel viernes:
del cielo bajó una nube a la plaza del pueblo
se trataba de un bello algodón,
dulce como el vino, suave como espuma.

Nadie se percató de su presencia,
pero desde mi ventana yo la veía
-¿a qué hora la voy a buscar?- preguntaba mi animal
- No esperes más
respondió al bajar

Me cerró un ojo y yo bajé a la plaza
Sin tropezar con ambulantes,
corrí hasta la cúpula medieval.
Los peones se revelaron contra el rey,
la partida está ganada,
juego mi ajedrez

- Hola nubecita, cómo estás?
pregunté sin querer una respuesta formal.
- Un poco apenada nada más,
vine al pueblo y nadie me quiere hablar.

Cómo le puedo yo explicar
que he corrido hasta ella para complacerla
para dibujar tres cielos en donde pueda volar,
para eliminar las tormentas que en ella se quieran anidar,
para que los querubines sigan tocando las arpas sobre su espalda.

- Nubecita no te aflijas más,
dime a qué has bajado para poder ayudar?
- Quiero unos zapatos de charol,
algo a la moda para bailar un rock & roll.

El cielo se ha apiadado de los hombres
la nube es de tal humanidad
que se entrega al mercado como uno más.
Cada vez me está gustando más...
será un engaño de la divinidad?

Mientras caminamos conversamos de sus padecimientos,
Hablaba de tornados, aventuras con cirros y cúmulos, infidelidades con estratos.
Lo reconozco: me puse celoso.
Estoy comprendiendo lo que naturaleza me dio:
yo con los pies en la tierra no podré llegar hasta su ciudad...
necesito alas para volar.

En sus ojos puedo ver que se da cuenta de esta realidad,
con pena asumimos la verdad
cómo ganarle a la gravedad?
La nube cada vez se esparce más por la ciudad...
ya no tengo exclusividad.

Una radio informa que la nube abraza por los faldeos cordilleranos,
Mientras que en la televisión anuncian que ya nadie más podrá volar:
la nube impide la visibilidad.

Pero todavía tengo algo de los ojos de nube junto a mí.
- Me tengo que ir
Me dice sin disimular la pena.
- Quédate conmigo, pasa para mi casa!
Exclamé con iusión desesperada.
Sólo mueve su cabeza de un lado para otro...
Y el viento comienza a llevarse los restos de su presencia.
Me doy vuelta... no quiero mirar más...
no tengo fuerzas para ganarle a la sinceridad
Y vi como desde el cielo lanzaba un beso a la humanidad
Presuroso subo el edificio
para llegar primero al encuentro furtivo,
nuestros labio se juntaron,
un poco a la distancia
y tomados de la mano
me voy subiendo a la nube...
ahora veo todo para abajo...