Wednesday, July 25, 2007

Corre, arranca.

Corre, arranca.
Es sino y destino de las conciencias vírgenes. El sin ideas toma la micro en la esquina desconocida donde cruza su vida con la desgracia. Rumbo a paisajes desoladores, sin chofer aparente.
Es ahí donde da vuelta su tronco con remordimiento. Dolor y angustia aceleran por la Alameda y forman cadenas que, a pesar de lo inoportuno, aseguran el recorrido entre espinas de rosas.
Es bueno, en esta parte del camino, preguntarse qué es lo que nos obliga a subirnos.
Y aún así seguimos.
Celebro, pues, a aquellos que toman decisiones.
Brindo por sus audaces propuestas indecentes. Donde caminar por calles abyectas resulta una solución dócil para las mañosas sonrisas del amanecer.
Alzo la copa rota por aquellos que -aún ariesgando los cafés exportados- ciernen sobres sus hombros el peso de su historia.
Desconozco si le pasa a alguno de ustedes (si es que ustedes existen).
Si la verdad existe, yo estoy en contra de ella.
Y si ella te persigue: corre, arranca... aunque tenga la razón.

Tuesday, July 10, 2007



Sin más comentarios, un recuerdo de días que incluso envidio.

Tal vez este tipo de actividades forjaron en mí un deseo inalienable de crear y actuar.

Bueno, quién sabe, no estamos para averiguarlo, sino que para vivirlo

Wednesday, June 20, 2007

General.mente.caes.sin.saber

Esta viene de las entrañas
De una mujer de canas
De arrugas curtidas por el sol seco
De años eternos sin felicidad social
Ni de la otra

Oiga usted mi general
No se ponga a bacilar
Anda penando el innombrable
Para mi que todavía no se extingue su vida despreciable

Se contagió el mundo de un mal
Que no quiero
Ni podemos
Evitar
Y no es el calentamiento global

Ni de tus juicios podrás escapar
pagarás la sangre al final
En tus babas te ahogarás
Y en el orgullo pueril de tu razón
La estaca se clavará.

No soy yo
Yo es otro
No es lo mismo
Pero es igual
No me acuerdo
Pero no es cierto
¿Y si fuera cierto?

Ahora te acuerdas
La memoria habita donde nos molesta
Y ahí estará
Saludándote en la mañana
Preparando tus desayunos con tierra
Alimentando el febril desgano de los días que no pasan

Y cuando te bese en la mejilla
Sabrás que te traicionó.

De esta no sales
Y ya lo sabes.

Saturday, April 14, 2007

ATREVASESESE

Lo he estado pensando y creo que el problema no es el sistema, sino que la estructura.
No quiero que me critiquen: lo he pensado y es concreto.
Véalo usted desde la siguiente perspectiva. Una hormiga cruza el campo para ir a buscar un grano de azúcar botado por ahí -seguramente una pareja en picnic dio vuelta la canasta entre besos apasionados y erecciones locas-.
Sola la hormiga, sin problemas cruza el camino.
PERO
Como el mundo es ancho y ajeno, otras hormigas vieron el suculento manjar al otro lado del campo.
Yo digo que de ser por la demanda, la azúcar es abundante. Qué duda cabe. Si el problema no es el sistema oiga.
El problema es que las hormigas todas se van por donde mismo las pavas. Unas encima de otras, estorbándose, haciendo el mundo pequeño, cuando dijimos que era ancho y ajeno.
No haga usted lo mismo, sea vivo.
¿Sabe quién muere en la guerra?
A ver si puede responder la pregunta.
Despercúdase de la pobreza elemental y atrévasesese, salga del clóset.

Saturday, November 18, 2006

UN AÑO

Es un desafío:
Escribir desde la alegría, la tranquilidad y el amor.
Nada más difícil, nada más eterno. Páginas blancas. Lápices vírgenes. Dedos impolutos.
Sucede que estoy bien.
Dos post atrás, los lectores podrán apreciar que me fui de viaje. Resultó desesperanzador ese verano.
Hace un año casi, la vida daba vueltas y todo era incierto. Hoy sigue siendo todo incierto, pero veo el partido desde dentro de la cancha. Ya no soy más espectador.
Dos post atrás, los lectores podrán establecer la diferencia de ese ser deleznable, romanticón y bobo, con la de este humano poderoso, hábil -gordo- y feliz.
Esta claro y ustedes lo intuyen: Es así la mano de la doncella.
Le contaré al interesado, que todo en mí era desesperado. Febrero y me voy de viaje. Y todo es negro. Pero como las vueltas son las que dejan, el recorrido de 2 mil kilómetros en 2 semanas, cerró un viejo capítulo no resuelto.
Sin saberlo, desde la capital, otra persona comenzaba a vivir la última etapa de una hermosa vida.
Cerramos esos libros, los devolvimos a la biblioteca. Justo ese mismo día de la devolución, nos topamos en uno de los pasillos y surgió el interés lector. Queridos: comenzamos a buscar un libro para los dos. Fue en el pasillo de una playa donde comenzamos a leerlo. Oh sorpresa! Las páginas estaban en blanco.
Lápiz en mano escribimos el primer capítulo de nuestro historia.
Será el libro que no termina jamás. Un libro sin final.
Es difícil escribir desde el amor.
Hay tanto que decir y tan pocas formas de poder expresarlo. No existen palabras para describirlo todo. Es hablar de lo divino.
Lo mejor es descansar en sus besos, sus manos.

A ver cómo estamos para el otro año.

Sunday, June 04, 2006

Más que mil palabras (en imágenes)

Aparece la carimbálica
con su estrambúlico meneo
perro candileso
marijunta de mañana
parasol de mis sueños.

Su beso futurando
Chalet dioeso
la marabunda potoñosa
que la mira con desdén
Ya no le importa el protoquiero.

Yo la quiero más que mil coras
que se ciernen bellas en el candilurio
Pasitas graciosas de arrebol
Palafitos de deseo construyo paralunas
Confiamos el futuro a la diosa ventulera

Ya tomados de la mano
farfaruña apretuja el cariño
Y las palabras ya no son
No importan paraluna
Quando la veo mi spanilonga
Me cambia el idioma
Parece que es más que gutlio
Definitivamente es parasol

Wednesday, May 24, 2006

Canción de Flauta Dulce

Brillante reacción tuvo El Flauta: agarró con sus manos la pelota e hizo el ademán de llevársela para la casa. Todos quedamos helados. El Flauta -que nunca había metido bulla ni para gritar- paró el partido y se enojó.
Pensé que en el fondo era bueno lo que hacía. Claro, un chico tan tímido en algún momento tenía que despavilarse. Pero ojalá todos hubieran sido tan bien pensados como yo. En menos de un minuto El Flauta yacía moribundo en el suelo, luego de una brutal golpiza de los amigos del barrio. ¡Qué amiguitos!
Flauta no reaccionaba. Su cuerpo enjuto comenzaba a disonar sus últimas melodías. Un grito famélico salió de sus caderas. Nadie supo qué hacer. Y yo vi cómo vino la ñata a buscarlo, lo tomó en sus brazos, lo acarició y besó con ternura y se fueron.
Y allá iba El Flauta... lejos arriba, y nosotros abajo.
Las lágrimas caían por las cada vez menos rosadas mejillas. Y los niños que ese día fueron a jugar inocentemente a la pelota con El Flauta, lentamente comenzaron a transformarse en mountruos. En algunos el proceso fue un poco más lento. Otros inmediatamente sacaron sus colmillos y siguieron por la vida matando gente.
Los que se demoraban más eran los que se cuestionaban. Indecisos y miedosos. Algunos de ellos pudieron incluso estudiar como la gente buena, pero al final todos terminaron fagocitando los restos propios de la desdicha.
El recuerdo del Flauta quedó en sus memorias como el perenne meneo de las caderas de la Marta.
Yo ya no sé si no alcancé a matar a Flauta o se lo entregué libremente a la ñata. Supuse -mientras agonizaba- que su destino no estaba en este mundo. Y así no más fue.
El legado del Flauta aún lo conservo con entusiasmo. Cada mañana, cuando despunta el sol, le saco brillo a la sonrisa. Cada vez que veía a Flauta, me regalaba una sonrisa de ternura. Y así mismo hago yo desde que se fue. Claro, hay días que me resulta mejor que otros.
El otro día Flauta me dio una sorpresa. Cual director de ópera, sacó su mejor armonía para enviarla a mis precarios oídos. Tanta hermosura es imposible que pase inadvertida.
Ahí pasó ella, La Corchea. En un tiempo me dejó enamorado. Su compás preciso marcó un ritmo cardiaco acelerado.
La Corchea pasa y encandila. Sé que el Flauta lo disfruta. Allá arriba está toda la orquesta esperando para interpretar su más maravillosa pieza.
Fue como la lluvia de verano. Un mágico zumbido revoloteando en el oído. Yo y La Corchea celebramos hasta el amanecer.
Y de nuevo vuelvo a la cancha. Ahí veo al Flauta, enojado porque no le dan ningún pase. Y ahí estoy Yo, con la pelota en los pies. Ahí está el Flauta, esperando mi pase... y no confié en el Flauta: nunca fue bueno para la pelota... lo maté.
Esta vez no dudaré en darle el mejor pase de la historia... sólo si me deja La Corchea.